jueves, 6 de junio de 2013

Comenzaba la segunda parte de la clase se Drama. Esta vez era la oportunidad del segundo grupo en realizar las actividades con algún elemento teatral. Se les había pedido anteriormente que trajeran algún objeto del cual no podrían deshacerse, que no pudieran regalar por nada del mundo. Se hizo la misma dinámica de hacer un círculo en medio y nosotros alrededor de ellos para que sintieran que estábamos con ellos, apoyándolos en lo que compartirían con nosotros y darles la seguridad de que no saldría de esa sala.
Esta vez la dinámica fue un poco diferente. Cada uno habló acerca del objeto que habían traído, pero una vez que terminaron de contarnos el por qué era importante para ellos tenían que hacer una especie de despegue de ese objeto regalándoselo a alguien de los que componían el círculo. Esa fue la parte más difícil que le toco hacer a mis compañeros. ¿Cómo iba a ser capaz de regalarle justamente ese objeto a alguien? Bueno, luego de que pasara eso por mi cabeza pareció no ser tan difícil para mis compañeros, más bien porque era algo simbólico.
Para realizar este tipo de actividades debe haber un factor de confianza de  parte de los que están exponiendo, y eso no es fácil de dar. La confianza se define como la seguridad que tiene la persona en que una cosa o alguien van a actuar como se desea. Y, personalmente, podría esperar que con las cosas que se cuentan se vayan a formar prejuicios de inmediato. En este caso, el curso reacciono de una buena manera frente a la situación. Es más, una compañera, ya termina la actividad, agradeció por el respecto que se tenia frente a las creencias de algunas personas, porque normalmente era motivo de burla o risa el que creyeran esto o lo otro.
¿Cómo, entonces, podemos expresar lo que sentimos sin ese temor? La respuesta en realidad no la sé. Pareciera que depende demasiado de las circunstancias en la que uno se encuentra de la gente que te rodea. En  ocasiones simplemente no esta esa confianza que generan algunas personas al instante de conocerlas.
Gracias  a estas instancias en que se pueden abrir sentimientos y conocer con un poco mas de profundidad a las personas que nos rodean, nos permite crecer como personas y comprender que no solo nosotros sufrimos frente a ciertas situaciones, sino que también el otro, nuestro compañero de curso, nuestro amigos en la universidad sufren igual que nosotros y pasan momentos gratos igual a los nuestros. No debemos encerrarnos en pensamientos de que el mundo se va a acabar si no soy capaz de entender algo, o en mi caso, como estoy cursando cursos superiores, si no me esta yendo como quisiera en algunas materias, puedo tener la confianza en pedirle ayuda a compañeros, y también ellos pueden sentir la misma confianza en pedir ayuda porque saben que nos apoyaremos en los momentos en que lo necesitemos. 

Drama 1

La clase se llamaba DRAMA 1. Con el titulo creí que actuaríamos o algo por el estilo. El curso se dividió en 3 grupos. El primer grupo tenia que llevar diario a la clase. Comenzó la clase y el grupo que tenia que llevar el material se sentó en círculo al medio de la sala, mientras los demás estábamos sentados alrededor de ellos.
El profesor Feliz comenzó a explicar que en teatro se utilizaban elementosteatrales, y que eso usaríamos hoy. La actividad consistía en que los compañeros del primer grupo con el diario tenían que representar algún objeto que los inspirara.  Se tomaron 20 minutos para poder hacerlos con la ayuda de cinta adhesiva.
Ya terminada la parte manual de la actividad no sentamos en círculo alrededor de ellos, como forma de expresar que estábamos apoyándolos en lo que expresaban y sentían, además para que sintieran nuestro interés en conocer sus experiencias y sentimientos.  

Comenzaron a hablar uno por uno, dando palabras para el objeto que mostraban, explicándonos que era y porque para ellos era importante además de porque era una fuente de inspiración para cada uno de ellos.
Todos los que estábamos de espectadores nos emocionábamos con cada relato de nuestros compañeros. Las fuentes de inspiración eran muy variadas, y cada una con un significado especial.
La sensación ambiental en el momento era muy especial. Ese sentimiento de que no estamos solos en lo que hacemos, que quizás hay personas que comparten las mismas formas de pensar que uno, o el conocer las demás para tener empatía al respecto.
No debe haber sido fácil para mis compañeros compartir lo que pensaban y sentían por el miedo a lo que dirían los demás. Pero después de que todos expresaron lo que sentían se sentía que estaban agradecidos por el respecto que tuvimos. No solo se sentía sino que también lo reprodujeron verbalmente. La parte del curso que solo observo y escucho también agradeció por la forma abierta en que hablaron de sus experiencias personales con nosotros.
Queda claro que cada uno tiene alguna fuente de inspiración. Esa fuente que nos hace levantarnos a diario, incluso en esos días en que uno lo único que quiere es quedarse en cama a descansar de los demás y hacer nada. Claramente la mejor forma de superar las cosas es proponiéndoselas primero y luego encontrar la manera. Pero en muchas ocasiones si uno no tiene las fuerzas para seguir las encuentra en otra persona, en una creencia, en una lectura, en lo que sea que nos llegue.
Personalmente también tengo mi fuente de inspiración, y es la razón por la que en los momentos depresivo que han acontecido en mi vida sigo adelante. Si no hubiera nacido con mi gemela tendría otra fuente de inspiración, pero la vida me dio una compañera que tengo que cuidar y seguir luchando para que ella y yo estemos lo mejor posible en forma física y nuestra integridad mental. Ella se apoya en mi y yo en ella.

Moviendo el esqueleto

Esta clase era la continuación de la clase anterior. Ahora nos dejaríamos llevar por la situación moviendo el cuerpo como se nos diera la gana. Comenzamos con un movimiento de algunas partes del cuerpo, igual a la clase anterior, y luego seguimos con una serie de  movimientos que la profesora realizaba al ritmo de la música. Usábamos todo nuestro cuerpo como medio de expresión además utilizar todo el espacio, no solo quedarnos con la posición de todos los días, para eso usábamos, por ejemplo, el suelo para expresarnos también.
Luego el grupo se dividió en 2, unos salieron a realizar algo con las máscaras y nosotros nos quedamos en la sala para seguir moviendo el esqueleto. La idea era formar dos grupos, luego de formados iban saliendo de a 2 al medio de la sala haciendo cualquier movimiento con su cuerpo para luego quedar congelado hasta que llegara otras 2 personas a tocarles la mano y ahí se descongelaban, moviéndose junto a sus compañeros. Esa era la idea para todos. Comenzamos a salir de a poco y ya cuando el grupo salió completo al medio nos quedamos todos juntos moviéndonos al unísono y emitiendo un sonido, como si fuéramos una maquina en funcionamiento. Para ese instante la profesora saco una tela morada que tenía y la puso sobre la “maquina” que estaba en pleno movimiento. Ayudada por los demás compañeros se producía un hermoso movimiento de la tela sobre nosotros. 

Luego de terminada esta actividad los demás compañeros que estaban afuera realizando algo con las máscaras entraron y nos mostraron una especie de presentación de mascaras. Era como si estuvieran dormidos con las mascaras y una persona que no estaba en el mismo estado que ellos los despertaba de ese “sueño”. Luego de despertar todos bailaban y se expresaban, como si estuvieran felices de haber salido de ese estado.
Más tarde llegó otro grupo de compañeras. Nos pidieron que nos acostáramos en el suelo, lo mas relajados posible, con las manos a los costados y que ninguna parte de nuestro cuerpo estuviera tenso. Cerramos lo ojos y comenzaron a sonar algunos instrumentos. Todo era armonioso y relajador. El sonido que producían en conjunto era demasiado relajador, creí en un momento que cedería al sueño, pero tenía que escuchar esos sonidos. Para mi no solo era un relajo para el cuerpo, sino también para la mente. Tenía que dejar de pensar en lo que tenía en mi cabeza para poder llegar a la relajación total. Es increíble como el pensamiento produce tanto cansancio y eso de refleja en el cuerpo, estando tenso todo el día, y en nuestra forma de actuar hacia con los demás.
Tener un control y una armonía con el cuerpo ayuda a que las cosas que realicemos estén más acorde a lo queremos transmitir. Se transmite de una manera más entendible en ocasiones, como mencione en la entrada anterior. Como futuros T.O. debemos mantener un equilibrio y así mismo ayudar a los usuarios a expresarse y que también lo tengan.

miércoles, 5 de junio de 2013

Aprender moviendose

El cuerpo pasa a ser parte fundamental de la comunicación en esta actividad. La idea era poder comunicar cualquier cosa a través del cuerpo. Una actividad que realizamos fue saludarnos solo con un apretón de manos y la vista fija en la mirada de la otra persona. Otra era tocando, por ejemplo, la oreja o la mejilla del compañero acompañado siempre de una mirada fija a los ojos y una sonrisa dependiendo de lo que debíamos transmitir. Luego de realizar la actividad comenzamos a trabajar con todo el cuerpo, por ejemplo, movíamos la cabeza, los hombros, los brazos, las manos, las piernas, los pies etc.
Esta actividad me ayudo a entender que las partes de mi cuerpo son individuales. Lo que me dejo clarísimo esto fue en el movimiento de manos. Cuando deje que la mano se “mandara sola” la vi en su máximo esplendor, independiente, casi la vi volar… se sentía bien.  El no tener claro eso me hizo pensar que estoy dando prioridad a algunas partes de mi cuerpo y a otras no. Las manos son un instrumento  que necesito a diario en demasiadas ocasiones, pero no le estoy dando los cuidados necesarios para que sea incluso más ágil de lo que ya lo es.
Al terminar esta actividad la profesora pidió que nos ordenáramos por Rut. Cuando escuché lo quería pensé “¿se habrá equivocado?” y veo a mis compañeros gritando números. Era lógico que nadie se iba a entender algo de lo que decían, entonces comenzaron a aparecer manos con números. Ni siquiera fue necesario especificar qué número era el que estaban indicando, todos nos dimos por aludidos. Todos con las manos arriba con su número buscando al los que compartían esos dígitos. Ya dentro del pequeño grupo nos decíamos los números que seguían para poder ordenarnos como correspondía. Contrario a lo que pensé, el tiempo que nos demoramos en ordenarnos fue corto. Mucho menos de lo que pensé que sería. Y todo gracias a que entendimos que por medio de la voz y los gritos todos se anularían y al final nadie entendería nada. Bastaron unos pocos segundos para que las manos aparecieran arriba y los grupos se conformaran.
No estamos acostumbrados a utilizar nuestro cuerpo. Cuando hablamos no utilizamos ademanes y la conversación se torna aburrida. A modo de mea culpa, los ademanes en mis conversaciones son escasos. Podría ser por miedo  al ridículo, o por no saber manejar el cuerpo y tener el control sobre los movimientos que queremos realizar para revivir alguna situación o para que la conversación sea más entendible.  Consciente de mis falencias, en los CFG que postule años anteriores quede en “habilidades expresivas”. Allí practicábamos los matices de la voz, el control de los nervios y tics y el control y manejo del cuerpo en el escenario o frente a las personas frente a alguna disertación o exposición. La idea era que al final del curso pudiéramos tener una buena modulación, tono de voz, manejo corporal y del espacio. 

Adornos hermosos

Empieza la segunda sesión de las máscaras, donde teníamos que terminarlas con decoración que nos identificara, que representara algo de nosotros. Fui en busca de mi máscara para comenzar. La profesora Erna nos facilitó pasta muro y lija para dejar sin imperfecciones la mascara y para que quedara más lisa.
Comenzamos a trabajar y estuve todo el tiempo poniéndole pasta muro y lijando para que quede cada vez mas lisa y no se vean imperfecciones cuando la pintara. Tenía una idea en mi cabeza, quería que tuviera unas líneas en las mejillas, pero eso era todo lo que sabía. Tuvimos la oportunidad de llevarnos las máscaras para las casas en caso de que no hayamos terminado en la universidad.
Deje mi máscara totalmente lisa, y mientras estaba viendo como avanzaba e iba terminando me imaginaba como la decoraría. 


El tiempo pasó volando y ya era hora de irse. Mi máscara no estaba terminada, pero estaba lisa. Eso me permitía llegar a la casa y no hacerle nada más que cuidar que no le pasara nada y pintarla. Cuando estaba guardando mis cosas y preparando el bolso para que a la máscara no le pasara nada, me volteo un instante, veo mi máscara y estaba rota. Creo que alguien la piso o la paso a llevar sin querer. No podía enojarme si lo mas  probable que haya ocurrido es lo que mencione anteriormente. Así que guarde mi máscara en el bolso para que no le pasara nada más de lo que ya le había pasado. Llegué a mi casa para ver que podía hacer para arreglarla. Al final opte por la mejor opción, hacer una nueva. Le pedí ayuda a mi hermana para hacer la máscara y luego decorarla. Estaba vez le pedí a mi hermana que la dejara más gruesa para que no volviera a pasar lo mismo.
Hice exactamente lo mismo que había hecho en clases. Le puse pasta muro encima, esperé que secara y luego empecé a lijar. La máscara quedó lisa nuevamente pero esta vez estaba más gruesa. Reuní algunos materiales con ayuda de mi hermana mayor que tenia muchas cosas para adornar mi máscara. Al final pude hacer lo que quería y le puse mi color favorito como corona, morado. La máscara tiene un estilo que me encanta, estilo veneciano.
La parte práctica del trabajo me tomo bastante trabajo. Una porque no sabia bien que quería hacerle y otra lo que se me venía a la cabeza no me funcionaba bien en mis manos.  A pesar de eso lo logré.
Trabajar con las manos es un desafío para mí. Además tiendo a querer que las cosas que haga queden lo mejor posible, aunque tenga que hacerlo de nuevo. Así fue en esta ocasión. Costó en un principio agarrar el hilo de la actividad, pero luego de una reflexión de cómo sería las manos mostraban su mejor cara. 

The hills come alive with the sound of music

Saco de mi pieza un violín que me había prestado un amigo, y aunque no sabia tocarlo por lo menos sonaba. Llegamos a la clase y la dinámica era primero observarlos para a continuación tomar cualquiera que nos haya llamado la atención.
Saqué una ocarina hermosamente pequeña y frágil. La observe por algunos momentos para ver cuantos orificios tenía y de que manera tomarla para asegurarme de que no cayera al suelo y produjera una tragedia. Jamás en la vida había tocado una ocarina, y, como era de esperarse, el sonido que emitía de ella no era muy armonioso que digamos, pero lo producía al menos.
El objetivo de la actividad era producir sonidos que representaran de la mejor manera un estado de ánimo, un sentimiento, una cualidad, etc. Para ello la profesora encargada proyectó algunas diapositivas con diferentes palabras que nosotros, todos juntos, teníamos que transmitir por medio del sonido del instrumento que habíamos escogido.  Todos tocando al unísono y sin mayor conocimiento de como tocar el instrumento elegido, no sonaba muy bien, pero la idea se que se quería decir mediante la música se entendía perfectamente.
Más tarde nos separamos por clase de instrumento, viento con viento, cuerda con cuerda y así sucesivamente. Luego debíamos crear una melodía. Nos juntamos para crearla pero nos costo. No podíamos ponernos de acuerdo en que íbamos a hacer, pero finalmente salió algo, por lo menos algo con un poco de ritmo. Pero cabe valorar que logramos sacar algo armonioso sin ningún conocimiento de como se debe tocar el instrumento.
La idea de que la música puede sobrepasar limites impuestos por nosotros mismos maravilla. El solo pensar en una canción que alguna vez escuchamos y que volvemos a oírla después de un tiempo prolongado puede hacernos volver  el tiempo en una especie de flash back y sentir exactamente las sensaciones que estábamos experimentando en es momento. Además la música tiene un poder impresionante en nuestro cuerpo, puede subirnos el animo o provocar un cambio brusco, incluso puede llegar a erizarnos los pelos de la piel. Para mí la música es solo el fondo de mi película. A diario cada momento que vivo es diferente, y para cada momento, lugar, clima, circunstancias hay una canción esperando ser escuchada.  Debemos intentar con todas nuestras fuerzas oír la música que esta siendo tocada a diario a nuestro alrededor. En ocasiones estamos tan metidos en algún asunto que no vemos mas allá de lo que esta a un centímetro de nuestro pie.
Levantar la vista y escuchar como el viento provoca un sonido tan hermoso en las hojas de los arboles, o como los pájaros nos recitan un concierto todos los días gratis, y nosotros no queremos tomar el ticket para disfrutar la función. 

Un trocito de mi vida

Miércoles 14 de abril fue el día elegido por mí para nacer. Era un día de lluvia torrencial en Santiago, por lo que el traslado al hospital tuvo sus dificultades.  Para mi buena suerte no iba a vivir ese momento de respirar por primera vez aire y abrir los ojos para ver a mi mamá sola, tenía a una compañera que me estaba acompañando ya desde hacia 9 meses dentro de la barriga de mi mamá. Nací primero, luego de 2 minutos nació mi hermana gemela Deborah.  Todo el procedimiento estaba acompañado del miedo que sentía mi madre por la posibilidad de que naciéramos siamesas. Menos mal todo salió bien.

Después de ese día volvimos  a casa para vivir junto con mis 4 hermanos y mis 2 padres. Mi infancia la pase todo el tiempo con mi hermana. Ya ni hablar como los demás me apuraba porque mi hermana y yo nos entendíamos, con eso bastaba. A la edad de 5 años tuvimos que cambiarnos de casa, pero dentro de la misma comuna. Esta vez viviríamos junto a mis abuelos y tíos en el cerro San Cristóbal. Todo acompañado de un sitio en que no vivía nadie en el cerro, lugar ideal para jugar. Nos hicimos amigas con algunas vecinas y cada vez que llegábamos del colegio a la casa esta era mi rutina: Almorzaba, me cambiaba ropa, tareas y salir a jugar a la calle. Las tareas trataba de hacerlas lo más rápido posible para poder jugar en la calle. Recuerdo que el juego que más disfrutaba era jugar a la pelota.
Pasó el tiempo con la misma rutina, tanto para mi hermana como para mí, y nos cambiamos de colegio, ahora al Liceo 7 Teresa Prats de Sarratea. Intimidaba la idea de cambio de colegio, pero tenía demasiado presente que si seguía ahí mis capacidades no estarían utilizándose al 100%. Llegue al colegio nuevo y, para qué mentir, el uso de mis capacidades aumento, pero también aumentaron la participación en otras áreas como el deporte (basquetbol principalmente). Entonces no logre equilibrarme, más bien porque me iba bien en el colegio sin mayor esfuerzo, y deje los estudios un poco de lado para dedicarme de lleno a aprender este nuevo deporte.
Ya terminando la etapa escolar pase el periodo más depresivo que haya tenido antes. Los cambios de personalidad, mis gustos, mis metas cambiaban constantemente. La relación con mis papas y mis hermanos no era la mejor, y eso me deprimía aun más. Terminado ese periodo llegaba la PSU y admisión a alguna universidad. Yo lo único que sabía era que quería salud en la Universidad de Chile. Según los resultados postulé a Obstetricia en esta universidad, pero después de un año dentro me retire y di la PSU de nuevo, con la misma esperanza de quedar en la Universidad de Chile otra vez, y lo logré, esta vez entre a Terapia Ocupacional, carrera que me encanta cada día que conozco más de ella.